Visión a futuro

Dados los acontecimientos del sismo del 19 de septiembre de 2017 nos vimos en la necesidad de renovar nuestras instalaciones del Campus Ciudad de México con el propósito de garantizar la seguridad de la comunidad, bajo un principio de responsabilidad hacia una ciudad más resiliente y con ello convertirse en un factor de cambio y transformación de la zona en donde se encuentra.

Este proceso significa la oportunidad de reconsiderar el ambiente físico y adaptarlo a las nuevas formas del sistema de formación Tec y las nuevas tecnologías de construcción y sustentabilidad, por lo que si bien es cierto las conclusiones generales del dictamen del estado estructural de los edificios emitido el 29 de septiembre por el Ing. Alejandro Diego González del Pliego Olivares, corresponsable en seguridad estructural, fue que solo uno de ellos sufrió daño estructural, se ha determinado demoler la gran mayoría de las construcciones anteriores al año 2000 teniendo como principal objetivo replantear el campus de acuerdo con el nuevo modelo educativo Tec21, como un proyecto eficiente, sostenible e integrando nueva tecnología.

Desde antes del evento del 19s se amplió la visión del Tecnológico de Monterrey tomando como punta de lanza el proyecto de Distrito Tec, con el propósito de desarrollar proyectos de intervención e infraestructura que beneficien tanto al campus como a todo el entorno que nos rodea buscando generar espacios más seguros, dinámicos y abiertos a la comunidad. De esta manera, conforme se vaya construyendo el campus se planea desarrollar medidas de integración en la zona para priorizar los espacios públicos, el mejoramiento ambiental y áreas peatonales dignas.

Una de las problemáticas que presenta la zona es la acumulación agua pluvial, por lo que se creará un plan integral de captación al interior del campus la cual se aprovechará para riego y mantenimiento de áreas verdes, aunado a un manejo adecuado de las precipitaciones, que incluye zonas bajas inundables que permitirán subir su nivel durante la temporada de lluvia; de la misma forma servirán como elementos del paisaje en armonía con el diseño del campus.

La construcción del campus se ejecutará en tres fases; en la primera se contempla el mismo número de espacios académicos (Preparatoria, Profesional y Biblioteca) junto con las zonas exteriores a su alrededor y la plaza central. Las siguientes dos etapas permitirán tener básicamente las mismas instalaciones con las que se contaba antes del sismo.

En la actualidad se tiene contemplada una capacidad para 10,000 alumnos y 2,000 colaboradores (personal académico y administrativo), misma que se tenía previa al sismo. Cabe mencionar que en 1998 el campus atendía aproximadamente a 15,000 personas.

Nuestra visión institucional, acorde con los retos de nuestro entorno nos compromete al cuidado del medio ambiente, por ello, este proyecto incorpora edificios con un reducido consumo energético, gracias a la selección de sistemas altamente eficientes y al diseño de su infraestructura.

Con el propósito de integrar el campus a nuestro entorno, trabajaremos en coordinación con las autoridades y los vecinos, donde buscaremos tener impactos positivos por medio de medidas de integración, como lo mencionamos antes, además de mejorar las condiciones peatonales, ambientales y de movilidad.

Con todas estas acciones estamos seguros que lograremos un ecosistema de colaboración, que permitirá detonar acciones en beneficio de todos.